El empresariado logró que se incorporara en la Constitución el respeto a sus inversiones realizadas en el sector turístico y se regule el acceso de la población a las playas, ríos y lagunas.
Los asambleístas habían rechazado este martes una modificación a lo aprobado en primera lectura que excluía la palabra propiedad privada, pero cedieron este martes al alegar que es una forma de garantizar las inversiones en el sector turístico que afirmaron es la principal fuente de ingresos.
En primera lectura se aprobó el artículo 69 sobre recursos hídricos, que decía: “las cuencas altas de los ríos, y las zonas de biodiversidad endémica , nativa, migratoria, son objeto de protección especial por parte de los poderes públicos para garantizar su gestión y preservación como bienes fundamentales de la Nación. Los ríos, lagunas, playas y costas nacionales pertenecen al dominio público y son de libre acceso. La ley regulará las condiciones, formas y servidumbres en que los particulares accederán al disfrute o gestión de dichas áreas”.
Los voceros de las bancadas mayoritarias presentaron este martes una modificación a ese artículo aprobado en primera lectura para respetar la propiedad privada.
Esa enmienda fue rechazada por los asambleístas y decía : “las cuencas altas de los ríos y las zonas de biodiversidad endémica serán objeto de protección especial por parte de los poderes públicos para garantizar una adecuada gestión y preservación como bienes fundamentales de la Nación. Sin perjuicio de los derechos de propiedad, las playas y costas nacionales, ríos lagos y lagunas son de libre acceso al público, en las condiciones y formas que determine la ley”.
La dirección de los partidos ante la rebelión de sus asambleístas, impusieron una nueva propuesta que recoge el sentido de lo aprobado en primera lectura agregando la palabra propiedad privada.
La modificación aprobada ayer reza : “las cuencas altas de los ríos, y la zona de biodiversidad endémica, nativa y migratoria son objeto de protección especial por parte de los poderes públicos para garantizar su gestión y preservación como bienes fundamentales de la Nación. Los ríos, lagos, lagunas, playas y costas nacionales pertenecen al dominio público y son de libre acceso, observándose siempre el derecho a la propiedad privada. La ley regulará las condiciones normas y servidumbres en que los particulares accederán al disfrute o gestión de dichas áreas”.
Conciliación
Los asambleístas lograron que los jefes de sus partidos buscaran un punto intermedio entre lo que reclamaban sobre el libre acceso a las playas y balnearios y el reconocimiento al respeto de la propiedad privada. Los empresarios están satisfechos con este logro.
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