Pero si Casilla fue el héroe ofensivo, no menos lo fueron, en el terreno, Francisco Peguero, Wilson Valdez, Joel Peralta y Darío Veras.
Willi Otañez inició la tanda frente al relevista Enerio del Rosario con sencillo al prado izquierdo. Fue sustituido por el corredor emergente Gilberto Mejía.
Wilkin Castillo, tras hacer el ademán de tocar la bola, le tiró fuerte al lanzamiento y pegó sencillo al jardín derecho para llevar a Mejía hasta la antesala.
Carlos Gómez falló con rodado al pitcher. Mejía no pudo anotar, pero Castillo aprovechó para moverse a segunda.
Juan Pérez (1-0), el lanzador ganador, relevó a del Rosario para enfrentar al bateador zurdo Fernando Martínez.
Martínez sacó una línea que tenía etiqueta de hit desde que salió del bate, pero apareció el guante mágico de Peguero, quien tirándose de cabeza atrapó la pelota, se incorporó como un resorte e hizo el tiro al cuadro que tomó el torpedero Valdez y de inmediato pasó a la tercera base donde encontró movido al corredor Mejía para completar una doble matanza que provocó la alegría de los miles de fanáticos que abarrotaron el estadio Julián Javier y la decepción en los parciales escogidistas.
En la parte final de esa misma entrada se produjo el tablazo de Casilla.
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