La diferencia en los precios de los libros de texto entre una librería y otra puede variar hasta en un 100%, dependiendo del lugar donde se encuentren o al grupo empresarial al que pertenezcan.Los precios de los libros de texto que siempre han formado parte del negocio de la educación en el país, este año han sobrepasado las posibilidades económicas de la mayoría de la población de ingresos medios.
Reporteros de El Nacional comprobaron que un libro del nivel inicial “Gupi-5” en una tienda de Mega Centro tiene un valor de 1,400 pesos, pero el mismo libro en una librería de la urbanización Villa Carmen cuesta 710 pesos.
Entre los precios de otros libros hay diferencias comprobables que van desde un 30 a un 40%.
Ejemplo como éstos son comunes, a lo que hay que agregar que en muchos centros comerciales, especialmente los ubicados en las “megas plazas” no colocan los precios de los libros en los anaqueles, de modo que el interesado se entera de su valor al momento de pagar en caja.
La otra opción que tienen los compradores es verificar por cuenta propia, en los lectores electrónicos, uno por uno cada libro, a fin de conocer su precio antes de ir a caja.
De acuerdo a cálculos, los costos de los útiles escolares para un estudiante del nivel básico, esto es desde inicial hasta octavo grado, ronda los siete mil pesos.
Sin embargo, en el sector público los estudiantes reciben gratis los libros de texto, por lo que desde el Ministerio de Educación son pocos los esfuerzos que se hacen para regular los precios y la cantidad de libros que exigen los colegios.
Los tiempos en que en las escuelas pedían a los estudiantes llevar un libro de matemáticas y uno de lenguaje sin importar la editora, fueron desplazados por la globalización.
Ahora no sólo los niños deben cargar con un mínimo de siete libros, sino que deben ser de una editora determinada, porque eso es parte del gran negocio.
El nivel de deterioro de los planteles escolares y la baja calidad de la educación pública obliga a las familias de clase media enviar sus hijos a la educación privada.
A esto hay que agregar el déficit de aulas y la sobrepoblación de estudiantes, como parte del problema.
Igual que las tarifas
El Ministerio de Educación ha demostrado incapacidad jurídica para controlar los precios de los libros de texto, al igual que ocurre con las tarifas que cobran los dueños de colegios a los estudiantes, que cada año las incrementan sin la intervención oficial, a pesar de los reclamos.
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