por Bsanchez el 08/03/12 at 1:52 pm
Un día como hoy (08-03-12), hace exactamente 50 años, totalmente desacreditado, convertido literalmente en un “muñequito de papel”, salió al exilio Joaquín Balaguer, luego de un asilo de 45 días en la Nunciatura Apostólica, su casa vecina.
Nadie en su sano juicio daba un centavo por la salud política del ex presidente que presidió, para su provecho político, el desmantelamiento del trujillato. Nadie en su sano juicio hubiese pensado en ese momento de derrota para el ex presidente, que sólo pasarían tres años para que volviera al país y cuatro para que retornara a la “silla de alfileres”.
Nadie mejor que un poeta para afirmar que en estas tierras “siempre seca lágrimas el sol”. Ese “muñequito de papel” gobernó con mano dura, por 22 de los próximos 30 años de la vida institucional dominicana y facilitó el traspaso del mando a otro partido, que todavía gobierna.
Traigo el ejemplo de Balaguer, porque muchos políticos criollos, aún experimentados en ese arte de lo posible, tienden a olvidar esas lecciones de la historia.
La vida de un político no termina con una derrota electoral, ni siquiera con un exilio. La carrera de un político siempre es de fondo y tendrán éxito aquellos que sepan aquilatar el valor de cada paso y de cada hombre o mujer, que hoy pueden ser enemigos y mañana convertirse en los principales colaboradores.
En esta campaña estamos viendo nuevamente ejemplos de ambas actitudes. Veremos si la historia valida o cambia esta vez.
atejada@diariolibre.com
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