Por Guarionex RosaLa situación se le ha complicado mucho al candidato perredeísta Hipólito Mejía luego de una semana de tropiezos y los informes de dos firmas encuestadoras que lo colocan distante del puntero en las elecciones del 20 de mayo, Danilo Medina.
Sus estrategas reconocen en privado lo delicado de la situación pero creen que en los próximos 18 días el ex presidente de la República podría superar la ventaja que le lleva Medina y que apuntaría a algo irreversible en los comicios.
Mejía quizás falló al no aferrarse a la gente pobre como esperaban algunos y en su lugar, insultó la semana pasada a las empleadas del servicio doméstico a las cuales acusó de robar las mejores carnes para alimentar a sus novios.
Ese infortunio se produjo cuando respondió una pregunta de la empresaria Marisol Vincens, quien lo cuestionó en torno a qué haría para el mejor manejo del presupuesto del Estado y la lucha contra la corrupción administrativa.
La ocurrencia del ex gobernante causó risa entre los que asistieron a una actividad de la Fundación Institucionalidad y Justicia, FINJUS, destinada a que el candidato presidencial, como los otros que se postulan, respondieran preguntas.
Mejía también advirtió que ayudaría a sacar de sus cargos a algunos jueces de la Suprema Corte de Justicia, a quienes llamó “una pila de sinvergüenzas y pelafustanes”, acusación que formuló frente al presidente de FINJUS, Servio Tulio Castaños.
Al día siguiente su hermano, Julio César Castaños, vicepresidente de la Suprema, repudió lo dicho por el ex presidente Mejía y lo calificó de inaceptable. La jueza Martha Olga García llamó al comentario “irrespeto a la trayectoria profesional”.
También el ex presidente anticipó que patrocinaría un programa de viviendas populares, ya que el país tiene un déficit de un millón 200 mil casas. Pareció valiente al apoyar que se les entreguen actas de nacimiento a los hijos de haitianos ilegales.
Mientras Mejía hizo una presentación ante el Grupo Corripio que desconcertó a los entrevistadores, Medina demostró en el momento de la suya un dominio completo de los temas que le trataron, superando cualquier pregunta algo difícil, considerando que representa al gobierno.
La campaña de Medina va viento en popa con el apoyo decidido del presidente Fernández, quien dijo el domingo que su partido ganaría el próximo 20, desde el primer boletín.
El doctor Fernández llevó adelante durante la semana pasada una pesada agenda de inauguraciones y actividades públicas. Sacó tiempo la noche del miércoles para acompañar a su secretario de prensa, Rafael Núñez en la presentación de su libro Gabinetes de Comunicación Gubernamental: Experiencia Dominicana.
Una encuesta dominicana, la de José Cabrera, Dorín, le asignó a Medina un 51% y a Mejía un 46. Cabrera, teórico de raigambre izquierdista, dijo que “Danilo ha remontado sobre Hipólito y parecería que todo se ha reducido a sosiego versus intranquilidad”.
La reaparición en el escenario público del ex jefe de la Policía, Pedro de Jesús Candelier, quien habló de “reventar a alguien en beneficio de la democracia”, en alusión a su apoyo a Mejía, causó casi una conmoción en el país.
El daño de la reaparición del personaje se le habría infligido a la candidatura opositora por cuanto el sector intelectual adherente, que justifica su apoyo a Mejía en evitar lo que llaman dictadura constitucional, fue parte de los que denunciaron la jefatura del general por criminal y corrupta.
Medina no tomó distancia de las afirmaciones de Candelier. Dijo tras conocer el pronunciamiento que no permitiría que le hagan coca. Postergó para el futuro pronunciarse sobre el tema. Tampoco censuró que la caravana política en la cual iba el presidente Fernández el domingo, fuera atacada por un malhechor desconocido que lanzó una botella de vidrio e hirió a un manifestante.
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