Según la edición digital del popular diario "Bild", Kässman asume con ello las consecuencias del caso, después de que el pasado sábado la Policía detuviera su automóvil tras saltarse un semáforo rojo por las calles de Hannover y se le determinara unos niveles de 1,54 miligramos de alcohol, lo que triplica lo autorizado en Alemania.
El Consejo Evangélico expresó hoy su apoyo a su presidenta, en un comunicado en que se hacía hincapié en que se la respaldaría, fuera cual fuera su decisión.
"El consejo deja en plena confianza a su presidenta la decisión sobre el camino que deberemos tomar juntos", señaló un comunicado del máximo órgano de representación de los intereses de los 25 millones de fieles de la iglesia protestante y luterana en Alemania.
La máxima representante de la Iglesia Evangélica reconoció ya el martes en declaraciones a la prensa su error y arrepentimiento por haber conducido bajo los efectos del alcohol, mientras su oficina anunció que suspendía todos los actos de su agenda hasta que se aclare su futuro.
Kässmann se convirtió el pasado octubre en la primera mujer en presidir el EKD.
La propia afectada ha anunciado una comparecencia ante la prensa a las 15.00 GMT.
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