Diferente a otros años en que los programas existentes eran exclusividad de los estadios de béisbol, ahora la expansión es tal que hasta los parques de softbol albergan a instructores entrenando jóvenes desde los 12 años en adelante y en cualquier rinconcito se percibe a los futuros aspirantes a peloteros correr, batear, atrapar rodados y lanzar pelotas.
Diversos factores influyen en esta proliferación, uno de ellos lo representa el aumento en los bonos que reciben los novatos al momento de rubricar su firma.
Mientras D¥Angelo Jiménez se convirtió en un boom cuando en 1994 acordó con los Yankees por 25 mil dólares, tres lustros después este es un monto pírrico al compararse con los recibidos recientemente por Michael Inoa (4.2 millones), Gary Sánchez (2.8), Miguel Angel Sanó (2.4), entre otros. LEER MAS AQUI.
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