La DNCD advierte a los asesinos del teniente coronel César Augusto Ubrí Boció, asistente del presidente del organismo, mayor general Rolando Rosado Mateo, que van a pagar muy caro esa afrenta. Al tiempo de indicar que ese crimen, si se trata de un mensaje, no impedirá que le sigan dando de frente al narcotráfico en todas sus manifestaciones.
Un comunicado distribuido por el departamento de prensa del organismo dice: “Todo indica que estamos frente a una especie de mensaje, por la forma como los asesinos de Ubrí Boció le asestaron los disparos. Recibió disparos de escopeta en cada brazo, lo que para nosotros, la DNCD, lo tomamos como un mensaje.”
El asesinato se produjo pasadas las ocho de la noche de ayer, mientras se encontraba en su vehículo acompañado de una mujer frente a la iglesia Divino Niño del sector las Pradera, s en la Capital, a poca distancia de donde residía junto a su esposa e hijos.
El informe dice que Ubrí Boció tenía 44 años de edad y 20 años de servicio de la DNCD. Una parte de estos años se desempeñó como asistente de diferentes jefes del organismo.
Los restos del oficial aún permanecen en el Instituto Nacional de Patología Forense donde se le realiza la autopsia. El velatorio se llevará a cabo en la funeraria Blandino de la Abraham Lincoln, hasta la cuatro de la tarde. Luego serán trasladados al municipio de El Llano, en Elías Piña, donde serán sepultados.
La mujer que acompañaba al oficial asesinado, cuyo nombre no ha sido proporcionado, está bajo interrogatorio, en el Departamento de Investigaciones de Homicidios de la Policía.
Los asesinos se llevaron la jeepeta de Ubrí Boció y sus dos teléfonos móviles, pero no su billetera, documentos, ni prendas.
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