Santiago. Las presuntas agresiones sexuales a varios niños, por parte de un sacerdote católico de nacionalidad polaca, ha desatado un escándalo en la comunidad de Juncalito, en el municipio de Jánico.Los padres de los menores abusados presentaron la denuncia por ante el departamento de Unidad de Género de la Fiscalía de Santiago, contra el cura Alberto Gil Nojache, de la iglesia San Antonio de Padua, de la referida comunidad. Se informó que el religioso salió hace varios días hacia Polonia y aunque tenía previsto regresar el pasado martes, solo llegaron los niños y un adulto que le acompañaron en el viaje.
De acuerdo a una fuente a la que tuvo acceso elCaribe, el cura era esperado por las autoridades en los aeropuertos de Puerto Plata y Punta Cana, en la provincia La Altagracia.
En Juncalito se afirman que fueron catorce los menores violados sexualmente por el cura católico, un grupo denominado Unión de Fuerzas dijo que hasta el momento tiene ocho casos confirmados.
Testimonios
Ramón Bonelly, padre de un menor de 11 años, narró que su hijo le contó que el sacerdote le manoseaba sus partes íntimas y que lo acostaba en su cama. En tanto que Nelly Abreu, madre de un adolescente de 15 años, dijo que su hijo le contó ayer que el cura lo obligó a ponerse unas tangas y que a punta de pistola lo obligó a modelar para él. Dijo que su hijo está muy contrariado y hasta amenaza con quitarse la vida.
Según afirmaron en la comunidad, el padre Alberto Gil trabajaba con 180 niños a los que formaba en tareas de rescate. De acuerdo a las versiones, quien descubrió lo que se hacía con los niños fue el grupo Unión de Rescate, cuyos miembros advirtieron que no aceptarán que a la comunidad llegue ningún otro sacerdotes hasta que extraditen a Alberto Gil.
Ayer el diácono de Juncalito se reunió a puerta cerrada con la gente de la comunidad y se negó a hablar con la prensa.
Tantos los padres, como el grupo Unión de Rescate, dijeron que se querellarán formalmente en el día hoy ante la Fiscalía de Santiago y que demandarán a la Iglesia católica por los daños causados a estos niños.
Reacción
El canciller del arzobispado de la arquidiócesis de Santiago, Williams Arias, llamó al cura Alberto Gil a presentarse y responder por las acciones que le imputan. La situación es tan grave que los moradores de Juncalito amenazaron con quemar la parroquia donde ejercía.
Entrevistado por elCaribe, Arias dijo que como Iglesia Católica piden que se investigue hasta las últimas consecuencias. “Sabemos que hay una investigación sobre él, hasta ahora lo que pedimos es que se investigue hasta el fondo.
Cualquier tipo de investigación que verse sobre él o de cualquier sacerdote de la índole que sea, pedimos se llegue el fondo porque nosotros no tapamos nada”, indicó Arias. Una fuente reveló que aunque el grupo que viajó con el cura hacia Polonia regresó, éste al parecer decidió quedarse, al alegar enfermedad.
Las denuncias en contra del sacerdote ha desatado todo un revuelo en la comunidad de Juncalito y otras localidades de la Sierra.
De acuerdo a una fuente a la que tuvo acceso elCaribe, el cura era esperado por las autoridades en los aeropuertos de Puerto Plata y Punta Cana, en la provincia La Altagracia.
En Juncalito se afirman que fueron catorce los menores violados sexualmente por el cura católico, un grupo denominado Unión de Fuerzas dijo que hasta el momento tiene ocho casos confirmados.
Testimonios
Ramón Bonelly, padre de un menor de 11 años, narró que su hijo le contó que el sacerdote le manoseaba sus partes íntimas y que lo acostaba en su cama. En tanto que Nelly Abreu, madre de un adolescente de 15 años, dijo que su hijo le contó ayer que el cura lo obligó a ponerse unas tangas y que a punta de pistola lo obligó a modelar para él. Dijo que su hijo está muy contrariado y hasta amenaza con quitarse la vida.
Según afirmaron en la comunidad, el padre Alberto Gil trabajaba con 180 niños a los que formaba en tareas de rescate. De acuerdo a las versiones, quien descubrió lo que se hacía con los niños fue el grupo Unión de Rescate, cuyos miembros advirtieron que no aceptarán que a la comunidad llegue ningún otro sacerdotes hasta que extraditen a Alberto Gil.
Ayer el diácono de Juncalito se reunió a puerta cerrada con la gente de la comunidad y se negó a hablar con la prensa.
Tantos los padres, como el grupo Unión de Rescate, dijeron que se querellarán formalmente en el día hoy ante la Fiscalía de Santiago y que demandarán a la Iglesia católica por los daños causados a estos niños.
Reacción
El canciller del arzobispado de la arquidiócesis de Santiago, Williams Arias, llamó al cura Alberto Gil a presentarse y responder por las acciones que le imputan. La situación es tan grave que los moradores de Juncalito amenazaron con quemar la parroquia donde ejercía.
Entrevistado por elCaribe, Arias dijo que como Iglesia Católica piden que se investigue hasta las últimas consecuencias. “Sabemos que hay una investigación sobre él, hasta ahora lo que pedimos es que se investigue hasta el fondo.
Cualquier tipo de investigación que verse sobre él o de cualquier sacerdote de la índole que sea, pedimos se llegue el fondo porque nosotros no tapamos nada”, indicó Arias. Una fuente reveló que aunque el grupo que viajó con el cura hacia Polonia regresó, éste al parecer decidió quedarse, al alegar enfermedad.
Las denuncias en contra del sacerdote ha desatado todo un revuelo en la comunidad de Juncalito y otras localidades de la Sierra.
Las autoridades han realizado allanamientos
El Ministerio Público habría realizado un allanamiento a la habitación del cura Alberto Gil, donde supuestamente encontraron elementos comprometedores, como tangas, películas pornográficas, sedantes, bebidas alcohólicas, un disco duro y 10 pasaportes. Se dijo que el religioso prometía viajes hacia países de Europa y que muchas de esas promesas las llegó a concretizar.
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