La vida nocturna de Santiago se concentra en dos sectores de la ciudad aunque con características debidamente opuestas, por el nivel de la clase social, que participa de la misma.
De un lado, se encuentra el populoso sector de Pueblo Nuevo “La Bahía Contenta”, como se le denomina, donde la noche entera son de fiesta los siete días de la semana.
Por décadas esta parte de la ciudad bastante cerca del casco urbano, se ha caracterizado por la presencia de pequeños negocios de comida, como pescadería, fritura y otros pequeños negocios que pululan en cada esquina.
Pero en los últimos años esta vida nocturna se ha incrementado con la implementación de los denominados “Colmadones”, que se caracterizan por la venta de bebidas alcohólicas y colocación de música a altos volumen, así como algunas cafeterías y en menor cantidad pequeños restaurantes.
El sonido de las bocinas se combinan con el ruido de los motores, pasolas y carros que hasta entrada la madrugada corretean por las principales calles del referido sector convirtiéndolo en un Nueva York, haciendo alusión al merengue de Ramón Orlando de “Nueva York nunca duerme”.
Contrario a lo que ocurre en otras zonas, como el caso urbano de la ciudad, que en la medida en que los escándalos se aumentan ponen sus viviendas en venta para irse a vivir a un lugar más tranquilo, aquí la mayoría de los parroquianos gran parte familia trabajadoras se mantienen allí, como si se adaptaron el nuevo orden imperante.
En cambio el otro lugar que ha cambiado el ritmo de vida marcado por la tranquilidad y donde la mayoría de sus habitantes se han tenido que ir a otro lugar, por la cantidad de negocios que se han instalados es Los Jardines Metropolitanos.
Se trata de una de las urbanizaciones más vieja de Santiago, donde habitaba una clase media, cuyos miembros han abandonado el lugar de forma paulatina, con la llegada de numerosos establecimientos comerciales y oficinas, con predomino de los restaurantes.
lainformacion.com.do
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