El ex jefe de la DICAN, Carlos Fernández Valerio, lamentó que su nombre haya sido sujeto de tantas cosas en los últimos días.
“Sólo voy a pedir a Dios la paciencia de Job, la sabiduría de Salomón, y la valentía de Josué para defenderme en este caso”.
Rechazó las cosas que se le han atribuido, como compra de apartamento, vehículos, y de que supuestamente andaba con megadivas, hiriendo con esos alegatos no sólo a sus cercanos, sino a su esposa e hijos.
“Tienen que andar con la cara cabizbaja por la persecución de la prensa y la mirada represiva de todo el mundo”.
Alega que la visita a su casa del teniente coronel Félix Humberto Paulino López fue para informarle sobre la existencia de una banda que se dedicaba a distribuir drogas envueltas en forma de huevo que reproducían en una máquina.
diariolibre.com
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