COOPERSTOWN. Acostumbrado a la estelaridad desde el montículo por casi 20 años, Pedro Martínez estremeció con su discurso bilingüe este pequeño pueblo de una población de 1,834 personas, pero que ayer recibió a unas 50 mil para inmortalizar a cuatro leyendas del béisbol.
Tras Craig Biggio, John Smoltz y Randy Johnson agotar sus turnos, Martínez cerró la fiesta de la inducción 2015 del Salón de la Fama del Béisbol con un discurso de 32 minutos (25 de ellos en inglés) en el que además de agradecer a las personas que influyeron en su carrera, puso su trayectoria como patrón de estímulo para cada persona que busque motivación.
“Quiero que de aquí en adelante no vean al Pedro Martínez que consiguió los números, al que entró al Salón de la Fama y tiene una placa, quiero que se lleven en sus corazones la esperanza de que alcancé lo que pude lograr, que cada uno se identifique cada vez que me vea y que vea en mí una señal de esperanza, de fe, de determinación, de esfuerzo, de trabajo digno. Con dignidad, quiero que todos los dominicanos recordemos eso.
Este es un gran sitio para nosotros decir hoy que queremos una República Dominicana más digna, que queremos una República Dominicana más comprometida”, dijo Martínez. Acostumbrado a hacerlo todo a su manera, el expitcher llamó al podio a Juan Marichal, el primer y único otro dominicano en ingresar a Cooperstown, y quien estaba sentado entre los otros miembros de la exclusiva fraternidad.
Martínez sacó una bandera de la República Dominicana y ambos la desplegaron en la tarima, mientras una multitud bailaba y festejaba al ritmo de güiras y tambores. Vestido con un traje azul, escudos dominicanos y estadounidenses en sus hombros y los colores de la bandera en su corbata, el de Manoguayabo aprovechó para decirle al comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, que en el país había que hacer un gran trabajo para que más criollos lleguen al templo de los inmortales.
“Quiero servir a ustedes como una muestra de esperanza, de fe, de determinación, alguien que luchó por enseñar los valores que se nos inculcaron en nuestras familias a temprana edad, una persona que se siente digna de ser dominicana, que se siente orgullosa de su país y de su gente”, dijo el ganador de tres premios Cy Young, antes de ser interrumpido por el canto “Pedro, Pedro, Pedro”, de seguidores.
diariolibre.com
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