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miércoles, 25 de noviembre de 2020

Precio, eficacia y conservación: fortalezas y debilidades de las vacunas de Pfizer, Moderna y Oxford

 

MODERNA DE 20 A 30 EUROS, PFIZER 16 EUROS Y ASTRAZENECA OXFORD 3 EUROS


A una velocidad que no se había visto antes en la historia, la ciencia desarrolló en tiempo récord vacunas con aparente eficacia para prevenir el SARS-CoV-2 y poner fin a la pandemia por el nuevo coronavirus que se desató en el mundo a partir de noviembre de 2019.


De todas las que se encuentran en estudio, tres ya presentaron datos preliminares de sus etapas avanzadas y –ante similares niveles de eficacia– comienzan a valorarse las fortalezas y debilidades de cada una, en cuanto a precio y logística de distribución.


Los proyectos de Pfizer y Moderna, parecidos técnicamente


Los tipos de vacunas en desarrollo son variados y utilizan distintos mecanismos para enseñar al sistema inmunológico a reconocer al virus con antelación, para que sea capaz de producir los elementos necesarios para combatirlo en caso de infección.


Las candidatas de las farmacéuticas estadounidenses Pfizer y Moderna –esta en colaboración con los institutos de salud de ese país– son bastante parecidas y están sustentadas por tecnologías que no se habían utilizado hasta ahora, por lo que no hay precedentes sobre qué esperar de ellas.


Ambas están compuestas a partir de ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm), una técnica con la que se pueden inyectar en el cuerpo las instrucciones o moléculas que inducen a las células a producir unas determinadas proteínas. En este caso, estos ARNm se utilizan para producir la proteína S (Spike) del SARS-CoV-2, la llave que el coronavirus necesita para entrar en la célula.


En los dos casos el ARN mensajero está encapsulado en nanopartículas de lípidos con el objetivo de hacerlo llegar al interior de las células del cuerpo humano para que éstas sinteticen la proteína S y la reconozcan, generándose así una respuesta inmune.


Tanto la mRNA-1273 (Moderna) como la BNT162b2 (Pfizer junto con la alemana BioNTech) mostraron efectividad con dos dosis.


infografia

La británica, denominada ChAdOx1, usa sin embargo otra técnica, un virus vector, que es una versión atenuada de un adenovirus de chimpancé –resfriado común– que fue genéticamente modificado para impedir su replicación en humanos. También el virus se transformó para que exprese la proteína Spike del SARS-CoV-2.


Un dato sobre esta que aún los investigadores de AstraZeneca y la Universidad de Oxford no pudieron explicarse es por qué la efectividad de la vacuna subió al 90% en un grupo de voluntarios a los que se dio media dosis inicial seguida de una dosis completa.


Quienes trabajan en el desarrollo creen que puede deberse a que una dosis más baja de entrada “prepara mejor” al sistema inmunológico de cara a una siguiente dosis entera, aunque los científicos aún no saben si la diferencia radica en la calidad o en la cantidad de la respuesta.


Aunque la eficacia de la candidata británica es aparentemente menor –a la espera de la explicación que sustenta ese 90%–, “es difícil compararla con las vacunas de ARNm, porque esta última tecnología es muy nueva y no hay precedentes de su potencia real”, explicó a la agencia de noticias Efe la viróloga española del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) Isabel Sola, también inmersa en el desarrollo de una vacuna.


No obstante, apuntó que “al no ser tan nueva la tecnología, la producción a gran escala de la de Oxford está más establecida”.


La vacuna de Pfizer fue la primera candidata que se presentó –el pasado 20 de noviembre– a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) para pedir la autorización de uso de emergencia.


Con qué precio saldrán al mercado


Si se tiene en cuenta que lo que se pretende es que la mayoría de la población mundial sea vacunada contra el COVID-19, el valor de la dosis pasa a ser una cualidad esencial para que el medicamento sea accesible a todo el mundo.


En este punto, las diferencias son grandes: la desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca costará unos tres euros (3,5 dólares) por dosis; la de la multinacional estadounidense Pfizer y la biotecnológica alemana BioNTech llegaría a los 16 euros (18,9 dólares) por dosis; en tanto la de la empresa estadounidense Moderna y los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU alcanzaría los 20 a 30 euros (entre 23,6 y 35,4 dólares) la unidad.


INFOBAE

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