La sensual Jennifer López ingresa hoy al club de las cuarentonas, eso sí, sin perder una gota de la belleza y encanto de una misma veinteañera. Y es que esta radiante latina burla las leyes básicas de la naturaleza -esas que traen arrugas y nos hacen perder la figura cuando entramos a la cuarta década-, demostrándonos que los años no les pesan a todas.
La clave para lucir tan guapa como en sus inicios en la televisión es que JLo ha sabido pulir su imagen con el paso de los años. El maquillador David Lang explica que la polifacética celebridad ha dejado en el pasado el estilo dramático que la caracterizó en los principios de los noventa, cuando demostraba sus dotes de bailarina en el exitoso programa “In Living Color”. En aquella época, Jennifer llevaba labios rojos, marrones y vinos de acabado mate, las cejas muy oscuras y los ojos fuertemente marcados con delineador negro.
Gracias a todo un equipo profesional de expertos que incluye, entre otros, al estilista cubano Oribe, a la experta en depilar y arquear cejas, Anastasia, y al maquillista Scott Barnes, la actriz y cantante ha pasado a ser todo un ícono de belleza. Aunque camaleónica, JLo muestra hoy una imagen más elegante. Caracterizan a la diva una boca en tonalidades tenues y brillosas -como los gloss nudes, rosados y lavandas-, el maquillaje de ojos “smoky” en matices neutrales y las mejillas en rubores rosas bronceados. LEER MAS AQUI.
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