El Vaticano ultimó ayer lunes los preparativos para la misa que marcará oficialmente el inicio del pontificado del papa Francisco hoy el martes en la plaza de San Pedro, ante unas 250,000 personas y dignatarios políticos y religiosos de todo el mundo.
Las autoridades prevén un importante dispositivo de seguridad para velar sobre los fieles, turistas y curiosos, así como las 132 delegaciones oficiales, entre las que destaca una gran representación latinoamericana.
Una de las primeras en llegar a Roma fue la presidenta argentina Cristina Kirchner, jefa de Estado del país de origen del hasta ahora arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, y la primera en ser recibida por el primer pontífice latinoamericano.
Kirchner, quien profesa la religión católica, y el hasta ahora primado de Argentina mantienen una fría relación, especialmente desde que el Congreso legalizó el matrimonio homosexual en julio de 2010. También por la distribución de anticonceptivos.
Dos años después, el entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio también condenó la aprobación de otra ley impulsada por el gobierno sobre la identidad de género que autoriza a travestis y transexuales a registrar sus datos con el sexo elegido.
Austero estilo de vida
El 266º Papa de la historia de la Iglesia católica, un jesuita que siempre se ha caracterizado por su austero estilo de vida, pidió en cam- bio a los peregrinos de su país que se abstuvieran de viajar a la Ciudad Eterna y dedicaran en su lugar el dinero a ayudar a los más necesitados.
Sin embargo, a juzgar por el ángelus del domingo, numerosos argentinos se encuentran ya en la capital italiana para expresar su afecto al pontífice “del fin del mundo”, que en pocos días ha insuflado nuevos aires a la milenaria institución, por su cercanía con la gente y por sus palabras a favor de una Iglesia más acogedora y cercana a los orígenes del cristianismo.
La misa de inauguración, durante la cual el nuevo Papa AFP recibirá el palio (estola) y el anillo de Pescador (que eligió de plata) propios del ministerio petrino, comenzará a las 09H30 locales (08H30 GMT).
Antes, Francisco, que reside temporalmente en la Casa Santa Marta, dentro de los muros del Vaticano, a la espera de ocupar en unos días su apartamento pontificio en el Palacio Apostólico, se dará un baño de multitudes en su “papamóvil”.
Según el Vaticano, circulará durante cerca de media hora por la plaza entre los peregrinos, algo nada sorprendente viniendo de un Papa que ya se ha saltado el protocolo en numerosas ocasiones para saludar afectuosamente a los fieles, provocando algún que otro quebradero de cabeza a su servicio de seguridad.
Autoridades políticas y religiosas. El Papa pronunciará una esperada homilía previamente preparada pero sobre la que debería improvisar en esta misa concelebrada con otros 180 religiosos, y contará con la participación inédita en la liturgia de los hermanos franciscanos del convento de La Verna, situado en las montañas de Toscana. Francisco, primer papa jesuita, eligió su nombre en homenaje a San Francisco de Asís, y ha abogado por una “Iglesia pobre”.
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