Por: Agencia Reforma
Parece una broma pero no lo es.
La realidad es que al estadounidense Floyd Mayweather Jr. se le acabaron los boxeadores para hacer más millones de dólares y lanzó un reto un poco desesperado.
El púgil estadounidense tiene pactada una última pelea en contrato con Showtime para el 12 de septiembre en el Hotel MGM Grand & Casino de Las Vegas, Nevada, y dijo que si Óscar de la Hoya regresa del retiro podrían enfrentarse en una pelea de revancha.
Mayweather tiene actualmente 38 años y presume una etiqueta de invicto, además de ser el deportista que más gana en todo el planeta, mientras que Óscar, de 42 años, está metido de lleno con su promotora y no pelea desde hace cinco años y medio.
“Si Óscar quiere pelear la pelea ahí está”, dijo ayer Mayweather ante medios estadounidenses en la Ciudad del Juego.
“La revancha está si Óscar la quiere”, aseguró.
El llamado “Money” y el “Golden Boy” se midieron en mayo de 2007, en un pleito donde el naturalizado mexicano perdió por decisión dividida. Fue una pelea cerrada y donde cualquiera pudo llevarse la victoria.
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