Patricia, una trabajadora de una fábrica de metal en Detroit, DJ y modelo, acudió con dos cirujanos plásticos para realizarse un aumento de glúteos, pero los doctores le advirtieron que podría ser fatal.
La mujer, que se hace llamar Supa Woman, recibió una negativa por parte de los cirujanos, pues ya se había realizado dos inyecciones de grasa que le dieron las inmensas proporciones que actualmente tiene.
“Si algo de esa grasa pasa a los pulmones y los bloquea, no solo tendrías dificultad para respirar, morirías”, le dijo el doctor Terry Dubrow, del programa de televisión “Botched”.
La dramática transformación de Patricia comenzó cuando se realizó una liposucción y se dio cuenta que podían inyectarle esa grasa en el trasero.
La modelo reveló que durante la primera cirugía le realizaron una inyección de 1,200 mililitros de grasa, mientras que en la segunda recibió 900.
“Estoy feliz con el tamaño, pero la forma comenzó a verse un poco plana”, dijo Patricia para convencer a los doctores de que la ayudaran, pero no fue posible.
@eldiariony
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