El presidente Donald Trump utiliza no uno, sino dos teléfonos "diseñados en California", emblema que desde hace varios años Apple inscribe en la parte trasera de sus teléfonos iPhone.
El problema no es que utilice los teléfonos de una de las empresas contra las que más arremetió durante su campaña electoral, sino que el ejecutivo no sigue los protocolos de seguridad establecidos por la Casa Blanca.
Un reporte de Politico asegura que el ejecutivo tiene un iPhone únicamente con la aplicación de Twitter y algunos sitios Web de noticias precargados, y otro únicamente para hacer y recibir llamadas.
Ambos dispositivos han sido dados al presidente por la oficina de Tecnologías de la Información y de Telecomunicaciones de la Casa Blanca.
El problema es que al parecer Trump no se ciñe a las estrictas medidas de seguridad que deben pasar sus teléfonos. Según la fuente, los asistentes del presidente le habrían estado insistiendo por más de cinco meses que cambie su teléfono que utilizar para ver Twitter y las noticias, aunque el ejecutivo siempre tiene la misma respuesta: "es demasiado inconveniente".
Se desconoce exactamente cuál es el protocolo de seguridad que mantiene la Casa Blanca sobre los teléfonos del presidente Trump, aunque Barack Obama pasaba inspeccione cada 30 días, Politico especula que Trump no ha querido someterse a la misma regularidad, lo que traería inconvenientes, sobre todo para el teléfono de llamadas, que a diferencia del que utilizaba su predecesor, tiene cámara y GPS, algo que puede ser utilizado por hackers y poner en jaque la seguridad del presidente.
La adición del presidente a Twitter y su renuencia a pasar los protocolos de seguridad, dista mucho de su crítica a Hillary Clinton en 2016, cuando aseguró que los servidores de correo electrónico de la candidata a la Casa Blanca eran fáciles de hackear y no tenían los protocolos de seguridad necesarios, acción con la que le recriminó había puesto en peligro a todo el país, según recordó Politico.
Cuando Barack Obama llegó a la Casa Blanca, le pidió a sus técnicos que encontraran la forma de mantener su BlackBerry, e incluso una manera de poder tener un teléfono en el que pudiera salir de la burbuja de la Casa Blanca y sus estrictos protocolos de seguridad.
Sin embargo, el ejecutivo obtuvo un teléfono sin cámara, sin capacidad para enviar mensajes de texto ni GPS, con el que básicamente no podía hacer todo lo que quería, según contó en una entrevista en 2016 a Jimmy Fallon.
@cnet
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