Pero, además de su impacto económico, hay otros aspectos como el hecho de que en los últimos años ha habido un cambio en el género receptor. Tiempo atrás, lo común era que las madres de familia y esposas, principalmente, recibieran la mayor cantidad de flujo de dinero desde el exterior, pero ahora el género masculino es el mayor receptor.
De acuerdo con estadísticas del Banco Central (BC), en los últimos tres años los dominicanos son los que más dinero reciben desde otras naciones. Durante el 2019, antes del coronavirus, el país registró US$7,087 millones, de los cuales el 50.9% fue captado por hombres y el 49.9% restante por féminas.
Al cierre del 2020, en plena pandemia, las remeses alcanzaron los US$8,219.3 millones, para un incremento de un 16% (US$1,132.3), sobre las recibidas en 2019. En ese año, cuando la pandemia comenzó a afectar la producción local, los hombres también percibieron más dinero desde el exterior con el 51.8%.
El año pasado, lejos de mostrar resultados distintos, la tendencia masculina se mantuvo liderando. De los US$10,402.5 millones entrantes a República Dominicana, el 53.2% fue recibido por el sexo masculino.
El total de flujo entrante en 2021 superó por unos US$2,183.2 millones al 2020, registrando un 26.6% de crecimiento interanual, convirtiéndose en el mayor nivel alcanzado históricamente. Por tanto, estos dos últimos años, registraron crecimientos significativos de 16% y 26.6%, respectivamente, cuando el promedio anual era de 9% o menos.
¿Cómo va el 2022?
Al analizar el más reciente informe estadístico del BC sobre remesas familiares según género de la persona que recibe, se evidencia que el sexo masculino continuó liderando la captación de flujo extranjero.
En enero de este año, las remesas recibidas lograron una cifra de US$759.3 millones. De esa cantidad, el 54.2% fue recibido por varones. Las damas siguen reduciendo su participación relativa con 45.8%.
Pero el hecho de que más remesas lleguen a nombre de hombres que de mujeres no indica, necesariamente, que ellos sean los mayores receptores, sino que son recursos para beneficio de una o varias mujeres. Por ejemplo, una dominicana residente en Estados Unidos puede que esté enviando remesas a su madre para su manutención y en forma adicional le envíe partidas extraordinarias a algún hermano para que se encargue de la construcción de la casa para ella o de los trámites de compra de algún apartamento.
También están los casos justificativos de un incremento de la emigración de mujeres al exterior que dejan a sus maridos a cargo del hogar y por eso son los receptores de los envíos, o de padres en el exterior que tienen varios hijos, pero resulta que el mayor de edad, que está bancarizado es el varón, mientras las hermanas son aun menores, aunque sean las mayores beneficiarias de los flujos.
El órgano rector explicó que el monto recibido el mes pasado supera en US$172.4 millones y US$222.2 millones de remesas recibidas en enero de 2020 y 2019, respectivamente, períodos en los que no se tenían aún los esquemas de ayuda que fueron implementados.
No obstante, indica que estos valores representan un ligero descenso interanual de menos 4.2% respecto a enero del 2021. Este resultado apunta a que los flujos de remesas se están ajustando a un nuevo nivel, mayor respecto al promediado previo a la pandemia, aunque un tanto menor al observado entre marzo y septiembre de 2021, período que estuvo caracterizado por importantes estímulos fiscales puntuales que buscaban combatir los efectos económicos del covid-19.
El ente emisor añade que las condiciones del mercado laboral de los Estados Unidos es uno de los principales factores que sigue incidiendo sobre el comportamiento de las remesas.
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