martes, 19 de noviembre de 2024

Implicados en caso Pandora vendían municiones vía WhatsApp, según el MP

 

Según la solicitud de medida de coerción contra los imputados en la operación Pandora, el coronel Narciso Antonio Feliz Romero, quién era el encargado de la custodia de las armas y municiones, robó un fusil el cual junto a otras municiones era promocionado mediante grupos de WhatsApp por el raso Ángel Rubiel Martínez Bacilio.

El documento explica que mediante informe pericial emitido por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inafic) se obtuvo la imagen del referido fusil que era promocionado.

“El imputado Narciso Antonio Feliz Romero, además de sustraer de la intendencia de armas el fusil marca Colt M-16 Cal. 5.56MM, lo hizo con el propósito de venta, ya que estaba siendo publicitado a través de grupos de WhatsApp donde también se comercializaban las municiones”, cita el Ministerio Público en la solicitud de medida coerción.

Según el organismo persecutor, Martínez Bacilio le ofertó el referido fusil al cabo Melvin Manuel Sierra Gil, el mismo era vendido por 195 mil pesos.

De acuerdo con el Ministerio Público, como fruto de la acción delictiva el coronel Narciso Antonio Feliz Romero adquirió un jeep marca Kia Sorento e inició una construcción inmobiliaria en Bonao, provincia Monseñor Nouel.

Según los documentos investigativos, este esquema abastecía a armerías, civiles y personas vinculadas a actividades ilícitas, generando un negocio millonario operado desde dentro de las fuerzas de seguridad.

«Los investigados identificaron y desarrollaron un mercado propio del crimen organizado, conformado por miembros de la Policía Nacional y civiles con antecedentes delictivos, quienes adquirían las municiones sustraídas con pleno conocimiento de su origen ilícito, para revenderlas a precios más altos a policías, militares, civiles y armerías, destinadas al comercio de armas, municiones y accesorios», dice el documento.

Quiénes son los detenidos en la operación Pandora

Las autoridades indican que por el caso fueron detenidos nueve policías, entre oficiales y subalternos, a quienes se le acusa de sustraer más de 900,000 proyectiles.

Los arrestados son el coronel Narciso Antonio Féliz Romero, quien era el encargado de la custodia de las armas y municiones, así como al subintendente Juan Miguel Pérez Soler.

También, fueron detenidos el capitán Nelson Valdez, responsable del Depósito de Armas, Municiones y Pertrechos; el capitán y auditor Víctor Manuel Santos, quien habría alterado los resultados de una auditoría realizada en febrero para ocultar la sustracción de cientos de municiones; y el segundo teniente Marino Antonio Rodríguez Toribio, armero de la Dirección Regional Cibao Central.

Además, se encuentran bajo arresto el sargento mayor Miguel Ángel Gómez Espaillat, el cabo Juan Luis Díaz Medina, los rasos Rubiel Martínez (alias Escobar) y Moreibin Medina Pérez y Miguelina Bello Segura, quienes fungían como piezas clave en la parte operativa de la organización criminal, según el Ministerio Público.

De acuerdo con el Ministerio Público, el capitán Santos llevaba más de seis años como auditor en la Intendencia de Armas y además de falsificar datos en la auditoría de febrero, se asoció con los líderes de la red para intentar manipular de nuevo los números ante el avance de la investigación, «acción que fue rápidamente detectada por los investigadores».

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