Tras bajar de la aeronave, el joven fue montado de inmediato junto a sus padres en un vehículo custodiado por miembros del equipo Swat, para ser trasladados a su residencia, donde fue recibido como un héroe.
Baldera Gómez, quien dijo no identificar el lugar donde se encontraba, reveló que sus captores le amenazaban con matarlo si sus familiares no pagaban rescate.
"Le doy gracias a mi Dios, a todo el pueblo y principalmente a la Policía que ha hecho su trabajo porque ya tenemos de vuelta a mi hijo", dijo Eduardo Baldera, padre del joven secuestrado.
Asimismo, en medio del llanto, la madre de Eduardo, quien dijo sentirse muy feliz, agradeció a Dios y a la Policía Nacional.
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